El impuesto sobre hidrocarburos es un gravamen que se aplica sobre los productos energéticos que utilizamos a diario, como la gasolina, el gasóleo o el gas natural.
¿Por qué se aplica este impuesto? Pues principalmente para desincentivar su consumo y fomentar el uso de energías más limpias y sostenibles. En este post os explicaremos todo lo que necesitáis saber sobre este impuesto y cómo afecta a nuestro día a día.
¿Qué es el impuesto de hidrocarburos y qué objetivos tiene?
En pocas palabras, el impuesto de hidrocarburos es un impuesto que se aplica a los productos energéticos que utilizamos en nuestro día a día, como la gasolina, el gasóleo, el gas natural y otros combustibles. Este impuesto tiene como objetivo principal reducir el consumo de energía y fomentar el uso de fuentes de energía más limpias y sostenibles.
El objetivo principal de este impuesto es reducir el consumo de energía y fomentar el uso de fuentes de energía más limpias y sostenibles. Al aumentar el precio de los combustibles fósiles, se incentiva a las personas y a las empresas a buscar alternativas más eficientes y menos contaminantes.
Historia y evolución del Impuesto sobre Hidrocarburos en España
Este impuesto se creó en 1992 con la Ley de Impuestos Especiales y su objetivo principal es gravar el consumo de hidrocarburos, es decir, los productos energéticos que se utilizan como combustible o carburante, como la gasolina, el gasóleo, el gas natural, entre otros.
Desde su creación, el impuesto ha sufrido varias modificaciones y ajustes para adaptarse a las necesidades del país y del mercado. Por ejemplo, en 2002 se estableció un tipo reducido para el gasóleo utilizado en la agricultura y la pesca, y en 2008 se creó un régimen especial para los biocarburantes.
Además, el impuesto ha sido objeto de controversia debido a su impacto en el precio de los combustibles y su relación con la lucha contra el cambio climático. En este sentido, en 2019 se aprobó una subida del impuesto para los carburantes más contaminantes con el objetivo de fomentar el uso de energías más limpias.
Composición química de los hidrocarburos y sus principales usos
Los hidrocarburos son compuestos químicos formados por la unión de átomos de carbono e hidrógeno. Se pueden encontrar en diferentes estados: líquido, sólido y gaseoso. Los hidrocarburos son muy importantes en la economía porque se utilizan como recurso energético en forma de combustible.
Además, los hidrocarburos también se utilizan como materia prima para la fabricación de diferentes productos como plásticos, tintas, gomas, fibras sintéticas, asfalto, grasas para motores, lubricantes, entre otros.
Productos sujetos al Impuesto sobre Hidrocarburos: lista completa y características
La lista completa la podemos encontrar en el artículo 46 de la Ley de Impuestos Especiales. En general, se incluyen aquellos productos que se destinan a ser utilizados como combustible o carburante. Algunos ejemplos son:
- Gasolinas: son líquidos inflamables que se utilizan como combustible para motores de combustión interna.
- Querosenos: son líquidos inflamables que se utilizan como combustible para calefacción y para motores de aviación.
- Gasóleos: son líquidos inflamables que se utilizan como combustible para motores diésel y para calefacción.
- Fuelóleos: son líquidos inflamables que se utilizan como combustible para motores de barcos y para calefacción.
- Gases licuados de petróleo (GLP): son gases que se utilizan como combustible para calefacción y para motores de vehículos.
- Gas natural: es un gas que se utiliza como combustible para calefacción y para motores de vehículos.
Además, también se incluyen los biocarburantes y biocombustibles cuando se destinan a su utilización como combustible o carburante.
Tipos del Impuesto sobre Hidrocarburos y su aplicación en la UE
En general, podemos decir que hay dos tipos: el impuesto específico y el impuesto ad valorem:
El impuesto específico se aplica sobre una cantidad fija de producto, por ejemplo, un euro por litro de gasolina. Mientras que el impuesto ad valorem se aplica sobre el valor del producto, por ejemplo, un 10% sobre el precio de venta de la gasolina.
Cada país de la UE tiene su propia legislación sobre el Impuesto sobre Hidrocarburos, por lo que los tipos y las tasas pueden variar de un país a otro. Además, existen exenciones y reducciones en el impuesto para ciertos usos, como el transporte público o la agricultura.
Supuestos de no sujeción al Impuesto sobre Hidrocarburos
Existen algunos supuestos en los que no se aplica este impuesto. Por ejemplo, si se utiliza el hidrocarburo para fines distintos a los de carburante o combustible, como para la fabricación de otros productos, no se aplica el impuesto. También, si el hidrocarburo se utiliza como combustible en el proceso de fabricación de otros hidrocarburos, no se aplica el impuesto.
Otro supuesto de no sujeción es cuando el hidrocarburo se encuentra en depósitos normales de vehículos comerciales o en contenedores especiales.
Exenciones al Impuesto sobre Hidrocarburos: casos especiales
Hay algunos casos especiales en los que se aplican exenciones al impuesto sobre los hidrocarburos. Veamos algunos de ellos:
- Gas natural en usos distintos a los de carburante o combustible: Si el gas natural se utiliza para otros fines, como por ejemplo para la fabricación de plásticos, no se aplicará el Impuesto sobre Hidrocarburos.
- Avituallamiento de carburante en la navegación aérea y marítima: Cuando los barcos o aviones necesitan cargar combustible para su funcionamiento, no se aplicará el impuesto.
- Transporte por ferrocarril u operaciones de dragado: En estos casos, si se utiliza combustible o carburante, pero no para su consumo directo, sino para el funcionamiento de los vehículos o maquinarias, no se aplicará el impuesto.
- Uso exclusivo en usos tasados: En algunos casos, se puede utilizar ciertos hidrocarburos para fines específicos, como por ejemplo para el gasóleo bonificado, queroseno y Gas Licuado del Petróleo para uso distinto de carburante. En estos casos, se aplicará una tasa especial en lugar del Impuesto sobre Hidrocarburos.
Impacto del Impuesto sobre Hidrocarburos en el precio final de los combustibles
¿Alguna vez te has preguntado por qué el precio de la gasolina es tan alto? Una de las razones es el Impuesto sobre Hidrocarburos. Este impuesto es un extra que se añade al precio del combustible y que va directamente al Estado. Pero, ¿cómo afecta esto al precio final que pagamos por la gasolina?
Bueno, en realidad es bastante sencillo. El Impuesto sobre Hidrocarburos se aplica a todos los productos energéticos que se utilizan como combustible o carburante, como la gasolina, el gasóleo o el gas natural. Esto significa que los distribuidores de combustible tienen que pagar este impuesto al Estado por cada litro de combustible que venden.
Por supuesto, los distribuidores no quieren perder dinero, así que añaden el coste del impuesto al precio final que cobran al consumidor.
Debate sobre la efectividad del Impuesto sobre Hidrocarburos como medida medioambiental
Hay quienes defienden que el Impuesto sobre Hidrocarburos es una medida necesaria y efectiva para reducir el consumo de hidrocarburos y proteger el medio ambiente. Argumentan que, aunque el impuesto no sea lo suficientemente alto como para cambiar los hábitos de consumo de las personas de manera inmediata, sí puede contribuir a largo plazo a una transición hacia una economía más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
Además, se pueden implementar medidas complementarias, como incentivos fiscales para la adquisición de vehículos eléctricos o la promoción del transporte público, para mitigar los efectos regresivos del impuesto.
Modelos de Hacienda relacionados con los hidrocarburos
Preguntas frecuentes
¿Cuánto es el impuesto de hidrocarburos en España?
En la actualidad, el impuesto sobre hidrocarburos en España es de 40,07 céntimos de euro por litro de gasolina y de 30,71 céntimos de euro por litro de gasóleo.